El presidente de Adif ha explicado este jueves, en su comparecencia en el Congreso de los Diputados, que todo el tramo férreo Ourense-Santiago estaba inicialmente planificado para ser ejecutado en ancho internacional, el correspondiente a las vías AVE, y para contar con el Sistema Europeo de Gestión del Tráfico Ferroviario (ERTMS), pero en junio de 2010 se optó por cambiar el proyecto.
Aquel preveía la instalación de sendos intercambiadores de vía, para que los trenes puedan pasar de ancho AVE al convencional, en las entradas a las estaciones de Santiago y Ourense. “ No obstante, esta planificación se varió al considerar los entonces responsables de Adif que el paso de trenes por los intercambiadores de ancho de vía impedían ventajas de servicio en tiempo de viaje”, ha detallado Gonzalo Ferre.
El responsable del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias ha subrayado que “ello también afectó al sistema de señalización, lo que supuso cambiar la implantación del servicio de emergencias ERTMS por el ASFA -Anuncio de Señales y Frenado Automático -“ en la última parte del trazado de la línea.
Según detalló, la transición entre el sistema ERTMS y ASFA tiene lugar en el punto kilométrico 80, cuatro kilómetros antes del lugar del accidente. “La distancia entre este punto de transición y la señal de entrada del enclavamiento de Santiago es de 4,007 kilómetros, distancia suficiente para detener el tren con frenado de servicio en caso de que dicha señal esté cerrada”, explicó.
Ferre afirmo, asimismo, que la distancia entre el punto de salida del sistema ERTMS y del inicio de la limitación a 80 kilómetros por hora es de 4,061 kilómetros. “Es decir la limitación comienza después de la señal de entrada”. Durante su comparecencia en la Cámara Baja, el presidente de Adif reveló asimismo que el tramo del accidente hacía sido “inspeccionado y auscultado” el pasado 20 de abril.
