El procedimiento era sencillo: ellos pirateaban los contenidos televisivos de pago a través de Internet y redistribuían la señal a una red de usuarios a cambio de una cuota mensual. Es lo que se conoce como cardsharing. La Policía Nacional ha detenido a 8 personas en distintos puntos de España, entre ellos a un gallego, por este fraude televisivo en la segunda fase de una operación que ya acabó con un centenar de detenidos e imputados en julio. En total se han hecho 5 registros en los que se han intervenido 18 decodificadores, ordenadores y material informático y electrónico.
Los servers, situados en A Coruña, Castellón, Alicante, Valladolid, Sevilla, Murcia, Málaga, Huelva y Ciudad Real, captaban a los clientes publicando mensajes en foros en los que ofertaban completos contenidos audiovisuales de pago sin autorización de titulares legítimos por 15 euros al mes. Los usuarios accedían a los canales sólo con el uso de una antena parabólica, una conexión a Internet y un decodificador pirata que era configurado de forma remota.
El cardsharing se refiere a la distribución a través de Internet de señales de televisión de pago sin la autorización de su titular, a cambio de cuotas económicas mensuales que cobran a cada uno de los usuarios suscritos. Mediante una tarjeta legítima adjunta a un ordenador personal o dreambox conectado a Internet se proporciona la palabra de control legítimamente descifrada otros receptores que solicitan la información. De este modo tienen acceso a los contenidos de pago como si estuvieran empleando su propia tarjeta de abonado.
