Dos días de arresto domiciliario lleva la mujer de Liu Xiaobo, nuevo Nobel de la Paz, que sólo ha salido de casa para contarle en primera persona a su marido que había recibido el galardón. No se le acusa de nada, pero no puede salir de su apartamento de Pekín, su teléfono móvil ha sido inutilizado y no se permite la visita de nadie, ni familiares, ni amigos ni, mucho menos, medios de comunicación. Y todo lo ha contado a través de Twitter.
Mientras, Xiaobo ha recibido entre lágrimas la noticia de su Premio Nobel, que ha dedicado a todos los mártires de la represión de las autoridades chinas contra los manifestantes de la plaza de Tiananmen, donde en 1989 se produjo una masacre de intelectuales y estudiantes ordenada por las autoridades chinas. A este profesor de literatura de 54 años todavía le quedan 10 años de cárcel por defender la libertad de expresión en su país.