Así lo determinó el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
Dicho órgano judicial avala el modelo catalán de inmersión lingüística en las escuelas, aunque la resolución recoge que la Generalitat debe ofrecer atención lingüística individualizada, en el caso de las tres familias demandantes que querían clases en castellano.
En el auto se estima parcialmente el recurso de la Generalitat diciendo que no se puede hacer un pronunciamiento general sobre el uso del castellano como lengua vehicular a raíz de una lectura descontextualizada y literal de una frase del fallo del Tribunal Supremo sobre la petición de estas tres familias.
