Llevan 400 días sin Gobierno y este viernes se han puesto de acuerdo para sentar las bases que lleven a la negociación para la formación de un ejecutivo. Así se lo ha dicho el líder socialista francófono de Bélgica, Elio Di Rupo, al rey, Alberto II. A este acuerdo para intentar llegar a un segundo acuerdo, es el que han llegado los ocho partidos, cuatro francófonos y cuatro flamencos (sin silla ni guitarra) con representación parlamentaria en Bruselas.
El pacto se ha prducido después de casi siete horas de conversaciones iniciadas el jueves, día en que Bélgica celebraba su fiesta nacional. La cadena pública RTBF relata que al parecer el presidente del Partido Cristiano-Demócrata y Flamenco (CD&V), Wouter Veke, habría vuelto a sus condiciones iniciales: aislar la discusión concerniente a la circunscripción electoral Bruselas Hal Vilvorde (BHV) y dejar el resto de temas en suspenso.
Pero hasta aquí han llegado. Ahora las negociaciones se aplazan durante semanas, porque estos señores se van de vacaciones de verano, aunque el tiempo será aprovechado por el Parlamento para analizar varios proyectos de ley.
El Rey ya había rechazado el jueves la dimisión de Di Rupo, a quien le pidió, no sabemos si agarrándole por la solapa, que siguiera al frente del Gobierno en funciones y que llegase a un acuerdo de una vez después de instarle hace días de la necesidad de que los partidos políticos asumieran su responsabilidad y se pusiesen de acuerdo para formar un Gobierno de verdad que afronte la situación económica y social del país.
