De estrella de cine a Mister Universo, culturista, actor de Hollywood y gobernador de California. Arnold Schwarzanegger deja este lunes su cargo tras 7 años al frente del estado más poblado de Estados Unidos y en una de las épocas más difíciles por las que ha atravesado California, en las que se ha hablado incluso de quiebra técnica.
El austriaco, casado con una Kennedy, cederá su puesto al demócrata Jerry Brown, que derrotó en noviembre en las elecciones a la candidata republicana propuesta por ‘Schwarzy’, la millonaria Meg Whitman. El actor llegó al cargo en 2003 convirtiéndose en el gobernador número 38 de California en medio de una carrera muy impopular, con aire de superestrella: rodeado de guardaespaldas, con una legión de trabajadores para colgar en la web en tiempo real todo lo que hacía. Sin embargo, se ganó a la población durante su investidura en Sacramento, derogando un aumento de los impuestos a vehículos que debía de entrar en vigor.
Pero en medio de un proyecto para reformar el sistema político del Estado y recomponer una economía colapsada lo pilló la crisis, lo que frustró todos sus proyectos. A cambio queda la lucha por las iniciativas ambientales con leyes duras contra el calentamiento global, las carreteras de hidrógeno que no han llegado a materializarse y un intento por legalizar la marihuana y asestar un duro golpe a los carteles de la droga fronterizos que no pasó el corte de la opinión pública.
