Un ciudadano británico de 48 años, residente en Francia y padre de dos niños ha confesado que los ha degollado. La Policía lo detuvo ayer después de que encontraran en su piso, situado a las afueras de la ciudad de Lyon, los cadáveres de su hija y de su hijo, de cinco y diez años respectivamente.
Al parecer ha explicado que estaba divorciado y que perdió el derecho de visitar a los pequeños después de amenazar a su ex mujer, ésta le abandonó tres años antes porque era víctima de violencia doméstica. Hace unos días recuperó el derecho de visita y esta era la primera vez que sus hijos iban a verlo a su casa.
El día de los asesinatos, su ex esposa se cruzó con el hombre en las escaleras, cuando huía de su piso con la ropa ensangrentada. La mujer llamó inmediatamente a la Policía que detuvo al hombre en una calle de Lyon.
