Mientras la tensión sigue siendo máxima con el aumento de tropas en las bases de misiles de Corea del Norte, decenas de miles de soldados y civiles norcoreanos marcharon este viernes por el centro de Pyongyang en una demostración de total apoyo a un posible ataque militar contra EEUU.
Pese a que su líder, Kim Jong-Un, no estuvo presentes, miles de soldados, veteranos, trabajadores y estudiantes, en general, se reunieron y formaron en la mítica plaza Kim Il-Sung.
Según informó la televisión estatal -principal aparato propagandístico del régimen norcoreano-, la multitudinaria marcha se llevó a cabo para apoyar la decisión del Ejército de Corea del Norte de ordenar los preparativos para un eventual ataque con misiles contra EEUU y sus bases en el Pacífico, en respuesta a los vuelos de entrenamiento de bombarderos de EEUU en Corea del Sur.
Bajo los retratos gigantes del padre de Kim Jong-Un, Kim Jong-il y su abuelo Kim Il-Sung, una masa de civiles y soldados perfectamente alineados han jurado lealtad al actual mandatario.
