Carmen D.D., antigua empleada de una firma de ropa, calzado y complementos, aceptó hoy una pena de 2 años de prisión– aunque no entrará en la cárcel– como autora de un delito continuado de estafa agravada, en concurso con otro de falsedad, después de quedarse con casi 140.000€ de la empresa.
La acusada, que durante 10 años fue administrativa contable, se encargaba de los ingresos de las ventas y pagos a proveedores. Aprovechándose de su puesto, falsificó la firma del dueño de la empresa para realizar transferencias desde las cuentas personales de este y las de la compañía a las suyas o las de su madre -ya fallecida y que desconocía este hecho- además de alterar el importe de sus propias nónimas.
En total, en ese tiempo, y a través de esas operaciones fraudulentas, se quedó con casi 140.000€, motivo por el cual la Fiscalía había solicitado una pena de 6 años. Finalmente, el tribunal suspendió la pena por un período de 2 anos, tras imponerle una multa de 1.080€ y el pago de costas, además de la condición de que, en ese tiempo, no cometa otro delito.
