Entre 2013 y 2017, más de 3.500 niños -la mayoría de entre 13 y 17 años-, fueron reclutados por grupos armados y han sido utilizados en la guerra que se libra en el noreste de Nigeria.
Cinco años después del secuestro de las niñas de Chibok, la agencia de Naciones Unidas para la Infancia ha dicho que estas son solo las cifras verificadas y que las cifras reales probablemente sean más altas.
Además de los niños reclutados, 432 fueron asesinados y mutilados, 180 fueron secuestrados y 43 niñas sufrieron abusos sexuales en el noreste de Nigeria en 2018. Mientras tanto, más de un centenar de las chicas secuestradas en Chibok hace 5 años, siguen desaparecidas.
El aniversario del secuestro, el 14 de abril, es un triste recordatorio de que los raptos generalizados de niños y las violaciones graves de sus derechos continúan ocurriendo en el noreste del país.
“Los niños deben sentirse seguros en el hogar, en las escuelas y en sus patios de recreo en todo momento”, ha dicho Mohamed Malick Fall, representante de UNICEF en Nigeria.
“Pedimos a las partes en conflicto que cumplan con sus obligaciones conforme al derecho internacional para poner fin a las violaciones contra los niños y dejar de atacar infraestructuras civiles, incluidas las escuelas. Esta es la única manera en la que podrá comenzar a mejorar de forma duradera la vida de los niños en esta devastada región”.