Trabajadores de Unísono se movilizaron esta mañana a las puertas de las instalaciones que la empresa tiene en Gran Vía para rechazar los constantes incumplimientos laborales por parte de la empresa y para reclamar la readmisión de dos trabajadoras que fueron despedidas. El paro, de 11 a 12 horas, fue secundado por entre el 60 y el 80% de la plantilla, dependiendo de la campaña.
La protesta fue convocada por la CIG con el apoyo de todo el comité, excepto la CGT, para denunciar la situación laboral que viven los trabajadores, con problemas en la gestión de turnos, acoso o presiones laborales y la nula voluntad de diálogo de una dirección «que lo único que hace es amenazar con sanciones y con suspender las reuniones previstas en caso de que no se desconvoquen las movilizaciones».
