El juez Andreu, que investiga las ‘tarjetas black’ de Caja Madrid, ha pedido a la Policía que indique qué gastos- de los más de 15,5 millones contabilizados- se hicieron en horario laboral y cuáles fuera del mismo. ¿Por qué? pues seguramente, según temen las acusaciones particulares, el juez podría decidir que los gastos que los consejeros y directivos hicieron entre las 8 de la mañana y las 7 de la tarde, no solo no constituirían delito, sino que podría ser reclamado por los mencionados directivos.
Esto último implicaría que podrían reclamar alrededor de 7 millones que fueron depositados en concepto de fianzas, al margen de que con ese dinero se pagasen masajes y saunas, electrodomésticos, institutos de belleza, bolsos de Louis Vuitton, tangas, sujetadores, instrumentos musicales, barras americanas o billetes de avión en primera clase.
A la vista de los mencionados gastos, los agentes de la Policía Nacional podrían determinar que más de la mitad de ellos se hicieron en horas de trabajo y sólo podrían considerarse ilícitos los que se destinaron a pagos, retiradas en cajeros, realizados en festivos, por la noche o fines de semana.
