Mucha crítica pero nada más. Ninguno de los miembros de la Mesa del Congreso de los Diputados- donde, además del PP, están el PSOE y CiU ha pedido explicaciones a la vicepresidenta de la Cámara, Celia Villalobos, por estar jugando al Candy Crash mientras presidía la sesión durante el estado de la nación-y pese a que jugaba con la táblet mientras hablaba el presidente Rajoy-.
Ni Carmela Silva, que se sienta en el órgano de gobierno del Congreso ha dicho algo al respecto y es que cree, como el grupo socialista, que Villalobos no iba a dar explicación alguna y porque dicen que es el PP quien debe de hacer algo.
Pero cualquiera de las dos cosas es muy improbable: Villalobos no ha dicho nada desde el incidente y desde el grupo popular se han limitado a manifestar que lo que debía de haber hecho era pedir disculpas…pero la ex ministra ha pasado y ahí se ha quedado la cosa.
Tampoco parece que el presidente de la Cámara-que hay que recordar lo es también de las Cortes y, por tanto, la segunda autoridad del país- vaya a ir más allá, Jesús Posada ya ha declarado a los periodistas que no había pedido cuentas a Villalobos, «ni voy a pedírselas”.
