El resultado de su gestión, que en el PP calificaban de ‘amateur’, con errores tan graves como estar en un spa durante la tragedia de Madrid Arena – a los que se sumaron la dimisión de varios concejales o la imputación del jefe de la Policía Local- el batacazo de Madrid 2020 con el infinitamente parodiado discurso del ‘relaxing cup of café con leche in Playa Mayor’; las privatizaciones y recortes en sectores tan sensibles como la limpieza, su escasa empatía con los medios de comunicación, y más aún con los madrileños o la imagen elitista y ultraconservadora, no han dejado salida a Ana Botella.
La mujer del ex presidente Aznar ha anunciado este martes que no será la candidata a la Alcaldía de Madrid en las próximas Elecciones Municipales del mes de mayo.
Lo ha hecho en una comparecencia de prensa en la que no se han permitido las preguntas a los periodistas y en la que no ha querido despedirse, sino intentar alejarse de la imagen de provisionalidad y falta de dirección afirmando que pese a dar por cerrada una etapa de su vida, “tenemos muchos meses de trabajo y muchos proyectos por terminar y es lo que seguiremos haciendo con el mismo entusiasmo hasta el último día de nuestro compromiso de los madrileños”.