Los límites que impone la Agencia Tributaria suponen que el 75% de los efectivos dedicados a la inspección solo pueden comprobar la actividad fiscal de microempresarios, pequeñas empresas y trabajadores o pensionistas, mientras que existe un “déficit” en la comprobación de las grandes empresas y fortunas del país.
Quien lo ha denunciado es el colectivo de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) que este martes ha hecho públicos unos datos que indican que, por primera vez en 23 años, la recaudación de la Agencia Tributaria en la lucha contra el fraude fiscal cayó en 567,1 millones de euros en 2013, hasta los 10.950 millones, lo que supone el primer retroceso desde la creación del organismo en 1991, caída que atribuyen a que el organismo “mira para otro lado”… solo en el caso de los más ricos.
En un comunicado, Gestha achaca esta caída de los ingresos tributarios al “agotamiento” del actual modelo organizativo de la Agencia Tributaria, así como al hecho de que el organismo, dependiente del ministro Montoro “obvia” las propuestas realizadas por los técnicos en los últimos años con el objetivo de modernizar y reorganizar en profundidad la estructura de esta institución.
Entre otras medidas que Gestha propone que se autorice a los 2.200 técnicos de inspección para investigar empresas con unos ingresos de hasta 12 millones de euros, frente a los 4 millones actuales. De esta forma, considera que podría multiplicarse eficazmente la lucha contra la economía sumergida, ya que el 72% del fraude se concentra en empresas de mayores dimensiones y no en las microempresas, donde a día de hoy Hacienda concentra las inspecciones.
