¿Si mañana tu padre o tu madre se rompiesen la cadera tendrías 40.000 € para que pudiese operarlos uno de los mejores cirujanos del mundo? Pues eso es lo que costará la operación del Rey – la tercera a la que se somete en las caderas en menos de dos años, y que se realizará en el Hospital Quirón de Madrid, el próximo martes –. No se trata solo del precio de la prótesis, que es ‘relativamente asequible’ – alrededor de 3.000 € – sino el pago de los honorarios de un médico de como el doctor Miguel Cabanela – traumatólogo especialista de la Clínica Mayo-, sin contar la concurrencia de otras eminencias en la materia, como el doctor Ángel Villamor – quien ha intervenido al Jefe del Estado las dos últimas veces.
En España todos los años 35.000 pacientes son Intervenidos para colocar una artroplastia de cadera, el 90% de ellos en hospitales del sistema público de salud y con un porcentaje de éxito muy cercano a ese porcentaje – de hecho, según varios estudios, el 80% de los pacientes se encuentran satisfechos de su cirugía, caminando con un bastón o sin ayuda 7 de cada 10. Entonces…¿por qué no se opera el Rey en un hospital público? ¿Tiene más problemas de salud que tus padres o tus abuelos? ¿Qué diferencia hay entre un jubilado del Naval o de la Mar de 75 años y Juan Carlos de Borbón? ¿Ha forzado más la articulación de la cadera el Rey que un albañil, un pescador, un minero, un abogado o el dependiente de una mercería?
El procedimiento – salvando las listas de espera – es el mismo en los dos casos: unas semanas antes de la operación se le cita para la realización de un estudio preoperatorio -análisis, radiografías y electrocardiograma -, también se le indica el día en que debe acudir a la consulta de anestesia para un reconocimiento general; en esto momento puede solicitar aclaraciones sobre el tipo de anestesia y, en el caso de que existan otras enfermedades acompañantes, el anestesista puede solicitar que sea visto por otros especialistas.
En la actualidad, el problema de las articulaciones de cadera afecta al 17% de la población española – al 80% de la de más de 65 años en los países industrializados – de ahí que sea una operación común que puede practicarse en la práctica totalidad de los hospitales públicos españoles con una garantía de éxito de casi el 90% -incluso en pacientes de más de 80 años-, con una mejoría “notable” en el estado de salud, el dolor y la función motora en los 6 meses siguientes a la cirugía.
