Los sindicatos mayoritarios no quieren que la Ley de Transparencia les obligue a dar cuenta de cómo gestionan aquellos fondos que no sean públicos. En su comparecencia en el Congreso de los Diputados, el secretario de Estudios de CC.OO, Rodolfo Benito, y el secretario de participación de Participación Sindical e Institucional de UGT, Frederic Monell, tras asegurar que es necesaria dicha ley para que, con otras reformas consiga que los ciudadanos recuperen su confianza en las instituciones, han rechazado que esta norma obligue a las centrales sindicales a más allá de fiscalizar el destino de los fondos públicos que gestionan ya que el resto sería “limitar el derecho de libertad sindical” o atentar contra su “autonomía organizativa”.
Ambos representantes han reiterado que la nueva ley no debe de utilizarse para equiparar las obligaciones de transparencia de los sindicatos a las que van a imponerse a las administraciones públicas. Además, han insistido en que no hay que confundir “la posición de los sindicatos con las de los partidos políticos a la hora de dar cuenta ante el conjunto de sociedad de su financiación, su actividad y de los posibles conflictos de intereses entre sus cargos y dirigentes”.
