Un juzgado de Lugo ha anulado un contrato de participaciones preferentes firmado por la viuda de un constructor, pocos meses después del fallecimiento de su marido, y condena a Novagalica Banco a la devolución de los 350.000 € depositados más intereses. El juez considera probado que la cliente “no recibió información suficiente, clara y comprensible sobre los riesgos que asumía, máxime cuando no era persona experimentada y, cabe considerar, que ni siquiera conocedora de este tipo de contratos complejos”.
Ello supone, indica la sentencia, que existió, “vicio en la prestación del consentimiento”. tras quedar probado que la mujer no quería depositar el dinero porque lo necesitaría en poco tiempo para pagar a empleados y proveedores, pero el director la convenció “sin informarle del riesgo”.
Las órdenes de compra de 350 participaciones preferentes, que no fueron firmadas por la denunciante, tienen fecha de febrero de 2011 y la sentencia recalca que “simplemente contó con la información verbal del director de la sucursal, pero tampoco hizo el test de conveniencia, siendo esto imprescindible”.
Por si ello no fuese suficiente, cuando la clienta fue al banco para retirar el dinero, “que necesitaba para pagar a empleados y proveedores”, NGB le informó de que no era posible y, ante la “situación insoportable” para la denunciante, “se le ofreció un préstamo por 100.000 €” para hacer los pagos, que firmó en mayo de 2012.
