El candidato a la Presidencia de Venezuela, Henrique Capriles, se ha ofrecido para dialogar con el Gobierno del presidente electo, Nicolás Maduro, a fin de “resolver la crisis” en el país tras los resultados de las elecciones del domingo. Ayer la fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, informó de la muerte de siete personas en incidentes derivados de las protestas convocadas por la oposición y esta madrugada (hora peninsular española) Capriles ha pedido a sus seguidores que no participen en la marcha que él mismo había convocado “he tomado la decisión: hoy no vamos a movilizarnos y le pido a todos mis seguidores recogerse. El que salga está en el lado de la violencia está haciéndole el juego al gobierno”, ha manifestado el candidato.
Eso sí, Capriles ha reiterado que no reconocerá los resultados electorales hasta que se haga un recuento de todos los votos, pese a que no ha presentado oficialmente dicha solicitud.
Estas palabras no parecen haber calmado las cosas, al menos por lo que se refiere al presidente electo. Nicolás Maduro, reiteró las acusaciones contra Capriles, asegurando que “verá la justicia más temprano que tarde”. El presidente tachó al candidato de la oposición de “cobarde asesino” y le acusó de llamar a atacar la casa de la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena. “Querían asaltarla para matarla”, sostuvo Maduro en un acto público, “asume tu responsabilidad, tú ayer llamaste a la gente a la violencia a la calle, están las pruebas grabadas”, señaló dirigiéndose a su contrincante en las Presidenciales de hace tres días.
