El dato es de lo más preocupante. Hablamos del número de jóvenes españoles entre 16 y 29 años en paro y sin estudios obligatorios que asciende en la actualidad a cerca de un millón de personas. Esto se debe a la burbuja inmobiliaria, según un análisis de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada, en base a datos de la Encuesta de Población Activa (EPA).
Asimismo, este colectivo de jóvenes sin Educación Secundaria Obligatoria (ESO) y en situación de desempleo se ha duplicado en los últimos cinco años.
En 2007, los jóvenes en estas circunstancias no superaban los 400.000 y en 2012 esta cifra asciende a más de 950.000.
Sin duda, se trata de uno de los problemas a los que España se tiene que enfrentar en los próximos años y que es consecuencia también de esta crisis voraz que está machando a los más jóvenes.
Los expertos lamentan que todas las políticas que se están llevando a cabo no tengan en cuenta que los jóvenes son uno de los colectivos que pero lo está pasando en estos tiempos actuales.
Vamos, que como siempre se está pensando más en reparar el capital físico cuando, en cambio, tendría que ser el humano mucho más importante.
