Ha llegado y ya no se marchará hasta las 12 de la noche. Es lo que los meteorólogos llaman ciclogénesis explosiva y que los demás, con más confianza, conocemos como temporal. Tal y como habían anunciado las predicciones, la borrasca, situada sobre Gran Bretaña, ha entrado muy rápido y va a marcharse no tan rápido como se esperaba.
Hasta que finalice el día, las lluvias, que han hecho que A Coruña y Pontevedra estén este este martes en alerta amarilla, traerán precipitaciones de más de 15 litros en una hora en la provincia coruñesa, y de más de 40 litros por metro cuadrado en doce horas, especialmente en el las Rías Baixas. Algo que ya ha empezado a notarse, especialmente en Vigo donde, pasado el mediodía, llovía con fuerza y habían bajado las temperaturas.
Según los servicios de Emergencias, el viento y las lluvias registradas en las últimas horas habían causado ya algunos incidentes, caída de árboles o ramas, varios desprendimientos y problemas de circulación.
Alrededor de las 4 de la madrugada, el 112 fue avisado por un accidente con cuatro heridos leves, tras el desprendimiento de un talud en la AG-55, en el concello de Arteixo; una hora más tarde, había una importante bolsa de agua en la PO-531, entre Vilagarcía y Pontevedra, sin heridos pero que obligó a intervenir el 061 Guardia Civil de Tráfico, Centro de Xestión de Autoestradas y el Grumir , y pasadas las 9 se había inundado una casa en Cangas.
