Haber ganado 8 medallas en los últimos Juegos Olímpicos celebrados en Pekín crea tantas expectativas que verlo este sábado apurado en la piscina para clasificarse en la final olímpica de los 400 metros estilos ha sorprendido a muchos. Hablamos del grandioso Michael Phelps que, a diferencia de la anterior cita en China, entró con el peor tiempo de los 8 clasificados, por detrás del japonés Kosuke Hagino, el surafricano Chad le Clos y su compatriota Ryan Lochte.
El campanazo de esta primera serie de la competición olímpica de natación de los Juegos Olímpicos de Londres la dio el nipón y la eliminación del campeón de Europa, el húngaro Laszlo Cesh. Phelps entró por los pelos con 4:13.33 por 4:13.40 de Cesh, segundo en esa serie. Lochte paró el crono en 4:12.35 para ser segundo de la última serie en la que se vio superado en los últimos metros por Le Clos, con 4.12.34.
Durante esta jornada también se ha batido el primer récord olímpico en el agua, el de la estadounidense Dana Wollmer, que pulverizó la marca de los 100 metros mariposa en la jornada inaugural de este deporte en la piscina olímpica.
La estadounidense paró el crono en 56.25 para rebajar la mejor marca olímpica en poder de la holandesa Inge de Bruijn, vigente desde Sydney 2000 con 56.61.
Por cierto que España también tiene buenas noticias, la que nos ha dado la nadadora Mireia Belmonte. La joven de 21 años, una de las aspiraciones más serias de medalla para España, se ha clasificado para competir por primera vez en una final olímpica, la de los 400 estilos, con el quinto tiempo de las ocho que pasaron el corte de las series.
