Es la sentencia que acaba de hacer pública el Tribunal Penal de El Cairo contra Hosni Mubarak, que presidió Egipto con más que mano dura los últimos 30 años.
El ex dictador derrocado ha sido condenado a cadena perpetua al considerar que es culpable de la muerte de más de 800 manifestantes durante la Primavera Árabe surgida en Egipto hace algo más de un año.
Mubarak podría haber sido condenado a muerte, pero, finalmente, el Alto Tribunal ha decidido recluirlo para siempre entre rejas. El juez ha impuesto también la misma condena para el que fuera ministro del Interior, Habib el Adly.
Mubarak quedó absuelto del delito de corrupción del que estaba acusado por haber prescrito.
La sentencia llega tan sólo dos semanas antes de la segunda vuelta de las primera elecciones presenciales en Egipto. Mubarak fue obligado a irse ante las protestas multitudinarias y lo hizo el 11 de febrero de 2011. Unos días después fue detenido y desde entonces se encuentra en una cárcel militar.
