Baiona celebra este fin de semana la Fiesta Medieval de la Arribada, que este año conmemora el 519 aniversario de la llegada de la carabela Pinta a la villa el 1 de marzo de 1493. Los actos conmemorativos de la Arribada se remontan al 6 de abril de 1892, con motivo del IV Centenario del Descubrimiento de América. En 1965, el director del Instituto de Cultura Hispánica, Gregorio Marañón, inauguró el Monolito a la Arribada en la Plaza Pedro de Castro, mientras que la fiesta se celebra con regularidad desde el año 1974, aunque no fue hasta 1996 cuando esta celebración comenzó a realizarse tal y como se conoce en la actualidad.
Miles de personas abarrotan desde este viernes unas calles que han vuelto al siglo XV. Mercado, artesanos de antaño, mercaderes, damas y caballeros, bufones, malabares… todo para recrear lo más fielmente posible la llegada a la villa de la carabela. La ciudad ha viajado por el túnel del tiempo gracias al atrezzo, a exposiciones etnográficas, conciertos, magia, tiro con arco, torneo de justas, cetrería, esgrima, danzas y, sobre todo, la escenificación en vivo del desembarco de Martín Alonso Pinzón en la playa al pie de las murallas por décimoquinto año consecutivo. Miles de personas viajaron hasta la villa real para no perderse ni un detalle de la programación que arrancó las 10 de la mañana con los disparos de los cañones de la fortaleza.
A la hora de comer, los visitantes pueden optar por cualquiera de los numerosos restaurantes, mesones y bares de la villa o por los más de doscientos cincuenta puestos callejeros del Real Mercado Medieval, atendidos por personas vestidas de época, donde no existen manteles de plástico ni de papel, y la vajilla y la cubertería son de madera, barro o hierro, todo en concordancia con la sociedad del siglo XV.
El encargado de inaugurar oficialmente la Arribada 2012 fue el presidente de la Xunta quien destacó que Baiona “representa el principio de la galleguidad moderna”, pues “aquí nace la conciencia de que Galicia es fin de una tierra, pero es comienzo de otra”.
Junto al Monumento Martín Alonso Pinzón -regalado a Baiona por el Ayuntamiento de Palos de la Frontera en 1977, Alberto Núñez Feijóo ha comparado la actualidad con “los tiempos de dificultad” de los exploradores, para abogar por “llevar la nave con sentido y rigor”, todo ello con el fin de que “el punto de llegada” sea “la recuperación de la confianza” en una “tierra de crecimiento” y “bienestar”.
