Tal y como habían anunciado las centrales sindicales este lunes, los funcionarios de la Xunta han decidido encerrarse en algunas de las oficinas del gobierno autonómico en varias ciudades de Galicia. La medida se ha tomado en varias asambleas como manera de protestas por el anteproyecto de ley de medidas para la función pública, aprobada por el Consello de la Xunta y que este martes llega al Parlamento de Galicia. Entre los edificios ‘ocupados’ por personal de la administración gallega está la delegación de la Xunta en Vigo, donde han pasado la noche decenas de personas. En el interior, como ha comprobado vigoalminuto, permanecían varios agentes de Policía y personal de seguridad.
Los encerrados, que habían llegado a un acuerdo con la delegada del ejecutivo gallego, María José Bravo, han llegado al edificio por la tarde y han abucheado al conselleiro de Economía e Industria, que había acudido a dar una rueda de prensa sobre la situación de Barreras.
Bravo, por su parte, ha asegurado que los trabajadores se comprometieron a quedarse en el salón de actos y que no han respetado dicho acuerdo “y han estado por todas partes, incluso por la planta quinta”, donde está el despacho de la delegada. María José Bravo indicó que los funcionarios, que no cree que superasen los 70, “se saltaron al personal de seguridad” al que, según su versión, empujaron, “y fueron en tropel” hasta la planta quinta”, además de causar desperfectos en varias partes del edificio.
Esta versión ha sido desmentida por el delegado de la CIG, quien recalcó que les dieron autorización para estar en el salón de actos y que, después, les informaron de que no podrían entrar y salir. Por su parte, la representante de Comisiones Obreras ha subrayado que la protesta ha sido tranquila, que no ha habido más que algunos gritos y que, desde luego, no hay desperfecto alguno. La misma versión ha dado Fermín Couto, de UGT, quien ha recordado que la delegación es “nuestra casa”, que no se han producido altercados y que todo está en calma.
