Nunca se habría sabido si los abogados de monseñor Willian Lynn, no hubiesen sacado esta prueba ante un tribunal de Filadelfia que juzga a su cliente por permitir que sacerdotes peligrosos tuviesen contacto con niños. Pero así es: el recientemente fallecido cardenal Anthony Joseph Bevilacqua ordenó en 1994 destruir una lista de sacerdotes pederastas.
Lynn, quien sirvió en la Archidiócesis de Filadelfia como delegado del clero cuando Bevilacqua era el arzobispo, entre finales de los ochenta y finales de los noventa, decidió revisar los archivos secretos de la archidiócesis y creó una lista de 35 sacerdotes acusados de conductas supuestamente abusivas o que padecían algún trastorno sexual, de acuerdo con sus abogados. Después le entregó la lista a Bevilacqua, quien en 1994 ordenó a monseñor James Molloy que la destruyera, según un memorando escrito a mano por este último.
Molloy, fallecido en 2006, quien en aquella época era supervisor de Lynn, decidió guardar bajo llave una copia de la lista de los presuntos sacerdotes pederastas y dicha lista ha salido a la luz, apenas un mes después de la muerte de Bevilacqua.
