Algunas pinceladas dejadas caer estos días por algunos ministros de Mariano Rajoy, pero, a estas horas todavía se sabe bastante poco sobre la nueva reforma laboral que aprueba hoy, en solitario, el Ejecutivo.
Ayer, sin ir más lejos, gracias a un micrófono abierto escuchamos en boca del responsable de Economía, Luis de Guindos, que dicha reforma sería “extremadamente agresiva“. Durante las últimas semanas, responsables del Gobierno popular han insistido en los objetivos que se pretenden alcanzar con la reforma, pero poco conocemos de los contenidos reales.
Entre lo que sabemos de manera oficial, el Gobierno quiere simplicar los modelos de contratos laborales, haciendo especial hincapié en la contratación de jóvenes y el objetivo fundamental, por encima de cualquier otro, es la de crear empleo.
Desde algunos medios como la Cadena Ser, se asegura que la reforma laboral que verá la luz hoy el abaratamiento de los despidos que afectará a todos los contratos, es decir, tanto a los que se hagan en el futuro como a los que ya existen.
Periódicos como El Mundo no descarta, incluso, que el Gobierno haga caso de la patronal y acabe implantando el contrato de 20 días por año trabajado en el caso de despido por causas objetivas.
Sea como sea, en unas horas se destapará la caja de Pandora y, por fin, nos desvalarán una de las reformas laborales llevada más en secreto de nuestra historia.
