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La acusación particular pide que Garzón sea procesado, también, por extorsión

Los abogados Antonio Panea y José Luis Mazón, que ejercen la acusación particular en la causa abierta a Baltasar Garzón en el Tribunal Supremo por su gestión, presuntamente irregular, de unos cursos que dirigió en la Universidad de Nueva York, tienen previsto recurrir el auto por el que el juez está  imputado por un delito de cohecho impropio, para solicitar que también sea encausado por prevaricación y un delito continuado de extorsión, que conllevaría pena de cárcel.

En un comunicado hecho llegar a los medios de comunicación, ambos abogados aseguran que el magistrado se habría valido del cargo para obtener fondos de grandes empresas que podrían ser posteriormente objetivo de investigación penal a su vuelta a la Audiencia Nacional, lo cual, indican, podría encajar en el tipo penal de extorsión de carácter continuado, castigado con una pena de prisión de 1 a cinco años.

La acusación particular considera que Garzón “se coloca en una postura insostenible al negar la evidencia de sus solicitudes de patrocinios” a empresas como Telefónica, Cepsa, Santander, Endesa y BBVA, que eran ‘ex clientes’ o ‘clientes’ de la Audiencia Nacional, hechos que, a su juicio, “han quedado acreditados en el proceso”.

Ambos letrados, tomando como referencia las conclusiones del juez  Marchena, señalan que Garzón, de los fondos aportados por las empresas, pagó el salario de su asistente personal durante su estancia en Nueva York en 2005 y 2006, cuando el juez de la Audiencia Nacional disfrutaba de un permiso de estudios concedido por el Consejo General del Poder Judicial.

Según los cálculos realizados por la acusación particular, Garzón pidió, valiéndose de su cargo, 2.595.375 dólares de empresas españolas y obtuvo gracias a sus gestiones 1.237.000, lo que “no hubiera tenido lugar de no ser el juez Garzón quien lo solicitaba”.

“Garzón tuvo una conducta incompatible con la deontología y obligaciones de un juez y hasta de un ciudadano, por picaresca ocultación de su segundo sueldo”, subrayan Panea y Mazón, ya que, según el instructor,no informó al CGPJ de lo que obtuvo de la Universidad mientras, en excedencia, seguía cobrando su salario íntegro como juez. Los dos abogados estiman que Garzón cobró 10.000 dólares mensuales durante 15 meses cantidad que, insisten, “salió de la misma cuenta de la Universidad de Nueva York donde las empresas solicitadas ingresaban los patrocinios”.

 

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