Cumplido el plazo dado por Rajoy a sindicatos y patronal sin que haya habido acuerdo sobre la reforma laboral, será el Gobierno quien decida sobre el tema basándose en tres principios estabilidad en el empleo, la flexibilidad interna y la formación continua de los trabajadores. Así lo han asegurado en las últimas horas responsables del Ministerio de Empleo y Seguridad Social quienes han indicado que hay ya un planteamiento “muy serio” en este aspecto.
Dichas medidas, que se basarán en las enmiendas que presentó el PP a la reforma laboral de Zapatero, plantean extender el contrato de fomento del empleo, mejorando las condiciones de acceso de forma que no sea necesario que el trabajador tenga que pasar tres meses en situación de desempleo antes de acceder a esta modalidad contractual, que incluye una indemnización de 33 días por año trabajado.
Regular un procedimiento general de descuelgue de convenios colectivos mediante acuerdo entre el empresario y los representantes de los trabajadores, así como agilizar los procesos de revisión para que los acuerdos puedan cambiarse sin más trámites que el visto bueno de empresario y trabajadores. Una simplificación de los tipos de contratos laborales, como ya anticipó el presidente del Gobierno en el discurso de investidura; procedimiento de suspensión del contrato y reducción de la jornada por causas económicas, técnicas, organizativas y de producción, distinguiendo entre suspensiones individuales y colectivas y, por último, una reforma del Estatuto de los Trabajadores de manera que no se puedan plantear huelgas, paros o conflictos colectivos que tengan por objeto alterar lo pactado en un convenio colectivo durante su vigencia, aunque se negocio su revisión.
