Ha sido el propio gobierno, a través del Ministerio de Emergencias, quien ha informado de ello. El Ministerio ha llevado a cabo un registro de los llamados peligros marítimos entre los que se incluyen los objetos sumergidos en el mar Báltico, de Barents, Mar Blanco, de Kara y Mar Negro, así como el Mar de Ojotsk y de Japón, según ha señalado el director adjunto de proyectos especiales del servicio de rescate.
Estos objetos incluyen submarinos nucleares hundidos y barcos con munición, productos petrolíferos y químicos y residuos radiactivos. Su estado, pese a que ha sido vigilado de cerca en los últimos 15 años por especialistas, se desconoce en realidad, así como en qué medida el agua del mar los ha erosionado, lo cual produciría la fuga de sustancias peligrosas. Estos lugares con residuos radiactivos se asientan a una profundidad de unos 500 metros, ha reconocido un portavoz gubernamental quien ha añadido que «en caso de que suponga una mayor amenaza para el medioambiente y las personas, el Estado tomará medidas efectivas para eliminarla».
