ALEJANDRA BERNARDO/ Monrovia La misma tarde de todos los días. Tarde de reflexión para mí.

Mañana no hay elecciones. Vuelo a España. Que pronto se ha pasado este tiempo. A mí me lo ha parecido. Se han acostumbrado ya nuestras vidas?. Las vuestras ahí, la mía aquí.

Como en el parchís, las fichas (las personas) salen y entran en el tablero de la vida.

Desde hace dos días oigo ya eso de “I am gonna miss you Sis Ale (como me llaman ahora)”. Cada noche al volver del trabajo: “We will miss you Alejandra, coming here is not going to be the same”. Wow! Aunque es siempre cuestión de tiempo, también de suerte, yo no me puedo quejar. Sea por lo que fuere empiezo a sentirme como en casa.

Desayunar o cenar con James y Dennis, saludar a conocidos (en un país todavía desconocido), y a desconocidos, salir temprano al trabajo, resolver, “pelearme”, conducir, pedir ayuda, prestarla,…se han convertido en, como atreverse a llamarla ya así, mi rutina.

Techo y tejado están ya reparados. Hoy llueve fuerte aquí. Tendremos la oportunidad de ver si realmente se han terminado las goteras. Por el momento la tengo de oir el estruendoso sonido que la lluvia emite al caer sobre el mismo tejado verde que estos tres días Andrews ha estado pisando. Me acostumbraré a estas lluvias bíblicas, a veces nostálgicas y a su acaparador ruido?.

Mañana tendremos los presupuestos para el sistema del agua y el pavimento. Y a mi vuelta nos pondremos con ello. Small, small vamos avanzando. A mi vuelta?. Hablo de mi vuelta con una seguridad que me pasma, que me asusta, y que a la vez me satisface, me llena y me llama. He dicho yo eso de small, small?

Ayer cené con Xavier, le conocí el domingo en Kendeja. Me preguntaba de qué escapaba viniendo a Liberia. No fui capaz de convencerle de que no me escapo de nada sino que lo mío es buscar, que soy una exploradora. Como dice mi amiga María: “Ojalá encuentres lo que buscas. Si yo supiera qué es, te daría un empujón bien fuerte hacia ello”. María, los exploradores no nos cansaremos nunca de buscar. Algunos saben lo que buscan, otros no lo sabemos a tiempo, lo descubrimos más tarde. Aún así, después de un encuentro viene otra búsqueda, de lo contrario seríamos sólo eso, buscadores.

Alto ahí! A los que tratéis de explicar por qué. En la vida no todo tiene explicación inmediata. O al menos no se la encuentras. Una fuerza inmensa te empuja a hacer cosas que intuyes, o sabes o crees que debes hacer, y una vez que pasa el tiempo encuentras su explicación. El hecho es que cambia tu escenario y que ello en la mayoría de los casos es bueno, sobre todo si el anterior te hacía daño. Algunos necesitan saber irremediablemente la razón, el por qué, otros no lo necesitamos, en parte porque sabemos que en el camino encontraremos la explicación.

Leer más


También te puede interesar