Decidieron cortar por lo sano, tras conocerse que Amnistía Internacional (AI) les acababa de acusar formalmente de querer acabar con los que piensan diferente a lo establecido en Arabia Saudí. Al menos, esto es lo que denuncia la ONG que asegura que su página web fue bloqueada en el país árabe, después de colgar el borrador de una ley antiterrorista que Arabia Saudí aplicará sin ningún tipo de remordimientos y que va claramente en contra de la desidencia.
Al parecer, criticar al Rey o a su heredero es tan grave en aquel país que, con la normativa en la mano, si alguien se atreve a hacerlo se va de cabeza a la cárcel 10 años. El borrador de esa ley también contempla detener a sospechosos sin cargos durante largos períodos.
Según datos facilitados por AI, Arabia Saudí bloquea con bastante frecuencia aquellas páginas web que la monarquía considera censurables. Vamos, que la libertad de expresión brilla por su ausencia.
