Zapatero ya no reconoce a Gadafi. Por ello, el Gobierno español, como antes hiciesen otros de la Unión Europea, entre ellos Francia y el Reino Unido, ha expulsado al embajador del gobierno libio en Madrid argumentando que las autoridades a las que representa han perdido «toda legitimidad». El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha anunciado la medida en un comunicado y la justifica por la «continua represión que viene ejerciendo sobre la población» el régimen de Muamar Gadafi.
El embajador Ajeli Abdussalam Ali Breni, que dispone de diez días para abandonar Espàña, no se irá solo, con él se irán tres funcionarios de la Embajada libia en Madrid que «realizaban actividades incompatibles con su estatus diplomático» o, en castellano, eran espias.
Esta medida forma parte de la política del gobierno español que ha defendido la necesidad de insistir en la presión diplomática sobre Gadafi para forzar su salida, una vez que “la misión militar para establecer una zona de exclusión aérea con el fin de proteger a la población civil se está cumpliendo“.
