La cápsula Fénix ya está preparada en la Mina San José Para sacar a Francisco Avalos, de 31 años, el primero de los 33 mineros que están sepultados a 700 metros de profundidad desde el mes de agosto. Los técnicos han comprobado el funcionamiento de los dispositivos interiores y exteriores de la misma, incluidos los sistemas de comunicación, el soporte vital que va dentro de la pequeña nave, un cilindro de apenas medio metro de diámetro.
El comandante Mario Rozas, jefe de seguridad de la mina, aseguró que aunque existen riesgos, estos han sido minimizados al máximo por “el excelente personal que se ocupará de esta operación”. Rozas ha adelantado que los trabajadores saldrán con gafas de sol, que serán inmediatamente trasladados a un centro médico para realizarles un examen físico y que, “si su estado es satisfactorio se les dará de alta en no más de 48 horas”.
Si todo sigue el plan previsto, antes de las 4 de la madrugada, Francisco, uno de los dos hermanos Avalos que están encerrados en el pozo, podría poner pie en la superficie. La Fénix ascenderá a una velocidad estimada de un medio metro por segundo, lo que significa que, aproximadamente, cada viaje se realizará en 20 minutos. Los especialistas han indicado que el camino que debe recorrer la cápsula no será recto y que cada minero seguirá un itinerario distinto puesto que la trayectoria se irá corrigiendo en función de las indicaciones de los ingenieros, el riesgo de derrumbe, el peso de la nave, las instrucciones que se reciban de cada tripulante, que serán monitorizados por circuito cerrado de televisión dotado de audio, y la respuesta de la propia Fénix, que sólo se ha probado sin tripulante y que, en caso de necesidad, podría ser desenganchada e incluso izada con más velocidad en situación de urgencia extrema.
