Aunque sucedió antes del asalto frustrado a la entidad financiera en A Cañiza en el que murió uno de los guardia civiles que se acercó a ver qué pasaba al saltar la alarma. Fue el pasado 10 de agosto. Aprovechando que salía de la casa una visita, dos personas encapuchadas entraban armados con una pistola y una escopeta recortada en un piso de la calle Arquitecto Pérez Bellas de Vigo pidiendo a los dueños que les dieran todo lo que tenían.
Pero el tiro les salió por la culata: a pesar de las amenazas, los moradores se enfrentaron a los atracadores y estos huyeron después de disparar en el muslo a una de las víctimas. Y los vecinos los vieron escapar. Barajando en un principio que se tratara un asunto relacionado con el tráfico de drogas, la Policía Nacional consiguió identificar a la persona que suministró las armas a los atracadores, a quien los llevó hasta el piso y a los dos autores.
El hombre que suministró las armas, de 47 años y con 7 detenciones anteriores, tenía en su casa la escopeta recortada utilizada en el atraco, así como munición. El arma había sido robada de un domicilio de Nigrán. Al mismo tiempo, se localizaba en Coia a uno de los autores, de 35 años y con 18 antecedentes policiales anteriores. Ambos pasaron a disposición judicial, donde se decretó su ingreso en prisión.
Mientras, el autor del disparo y el chófer ya se encontraban ingresados en la prisión de A Lama por su participación en el atraco a la sucursal bancaria de A Cañiza.
