BEA MUÑIZ/ Hoy muchos nostálgicos festejan el ochenta cumpleaños de Neil Armstrong, famoso astronauta norteamericano que protagonizó el alunizaje del 20 de julio de 1969. Es considerado el primer hombre que ha pisado la luna y durante años ha sido venerado por ello.
Sin embargo todo tiene su lado oscuro o una parte dónde el escepticismo toma protagonismo. Existe cierta creencia que afirma fielmente que el hombre nunca llegó a la luna y que todo fue una conspiración americana por alcanzar el reto con el que toda Rusia soñaba, ser los primeros en la misión espacial.
Conspiración
Durante la Guerra Fría la dura competición entre Estados Unidos y la Unión Soviética era palpable, pero el ganador del partido sería el que alcanzase los objetivos de la misión espacial. La tecnología avanzaba a pasos agigantados para lograrlo.
Los rusos se adelantaron lanzando a Yuri Gagarin como primer hombre en el espacio, sin embargo la respuesta fue de un Kennedy que cogiendo el testigo afirmó que los americanos serían los primeros en lograr pisar la Luna.
Fue Nixon, ya como presidente quien tomó las riendas y dio luz al sueño americano. Las instalaciones no eran las adecuadas ya que la pretensión principal era la de dar al mundo un espectáculo inigualable. La tecnología no permitía filmar una misión real y decidieron dar al mundo lo que se esperaba de ellos pero a lo grande.
Para ello contaron con la factoría de Hollywood y con Stanley Kubrick como director de la película más cara de la historia.Montar un decorado sería un trabajo muy costoso y prolongado. Kubrick rodaba por aquellos años ‘2001 Una odisea en el espacio’, así que el montaje de la Metro Golden Mayer en Inglaterra era idóneo. Los figurantes eran agentes de la Cía que carecían de familia alguna y firmarían un contrato vitalicio asegurando la confidencialidad de su trabajo. Más de un millón de personas fueron testigos del alunizaje y observaron atentos como el hombre alcanzaba su sueño.
Pruebas incriminatorias
Existen numerosas “pruebas” que verifican esta oscura teoría. Las imágenes tomadas del rodaje tienen miles de fallos estudiados por multitud de técnicos. La bandera ondea cuando en la Luna no hay viento. No aparecen estrellas en el cielo, cuando el propio Armstrong afirmó que el cielo parecía un mar de estrellas. Las sombras no concuerdan con una iluminación directa del Sol. De hecho se dice que hay imágenes tomadas antes de ser recortadas por la NASA en las que se perciben dos focos a lo lejos. Los astronautas tienen en todo momento la luz a sus espaldas, cuando cualquiera sabe que no debe fotografiarse a nadie con el sol de frente.
Las huellas de los astronautas son demasiado profundas. En la Luna hay una sexta parte de la gravedad existente en la Tierra, por lo tanto un astronauta con todo el equipo tan solo pesaría 30 kilos. Las huellas dibujan unos surcos demasiado profundos.
La cámara no tenía protección de las condiciones climatológicas. La Luna carece de atmósfera con lo que la temperatura varía en gran medida en muy poco tiempo. Puede pasar de 25 grados a -50 grados en cuestión de minutos. La película y la lente se harían añicos de ser reales esos cambios de temperatura tan bruscos.
Como estas pruebas hay miles, letras pintadas en las rocas, fotografías del propio Kubrick…etc. Lo que sí es destacable es que todos los protagonistas se alejaron de la vida pública hasta el momento de su muerte o protagonizaron momentos de grandes depresiones. El propio Kubrick rodó sus próximos trabajos en su propiedad y no salió de su casa hasta el día de su muerte.
Conspiración o no, las razones de la misión espacial no estaban claras y fue un alarde de americanismo y grandeza que dejó a la antigua U.R.S.S sumida en un gran desaliento.
Armstrong nunca ha hecho declaraciones y se ha ocultado todos estos años. Fuese real o no supuso un héroe para toda una generación. Algún día sabremos la verdad pero hasta entonces….esperamos que cumpla muchos más para contarle a sus nietos que él pisó la Luna.
