Los empleados de la conservera viguesa Alfageme han cerrado esta mañana las puertas de la fábrica con cadenas y han dejado dentro al gerente de la empresa, Eduardo Comesaña. Los trabajadores han tomado esta drástica medida ya que la directiva de la fábrica se niega a darle cualquier explicación acerca de cuándo van a cobrar los sueldos que les adeudan (febrero, marzo y media paga de diciembre).
Los trabajadores han pedido al gerente que traslade a la familia Lago, la propietaria de la conservera, sus peticiones y que se compruebe si la empresa dispone de los fondos necesarios para pagar los salarios.
La empresa se dedica en estos momentos a actividades auxiliares y no produce por falta de materia prima. Mientras, no saben si cobrarán la nómina de febrero y la empresa sólo les ha comunicado que las negociaciones para conseguir un nuevo inversor no han fructificado, aunque no les han dicho si por culpa de la Igape o de los propietarios. En caso de no llegar a acuerdo, la empresa tendría que acudir a un concurso de acreedores.
El gerente tuvo que llamar a la policía para poder abandonar la fábrica.
Además, el Concello ya ha puesto condiciones para que los dueños de la empresa no puedan hacer negocio con el solar en caso de cierre de la conservera. Si no se traslada a otra parte de la ciudad, Urbanismo rebajará la edificabilidad por el mismo valor del traslado, unos 26 millones de euros. El suelo fue recalificado como residencial y sobre él pesan cargas.
