Unas 5.000 personas se manifestaron en Vigo en contra del aumento de la edad de jubilación propuesta por el Gobierno y que contempla la posibilidad de que ésta pase de los 65 a los 67 años, una reforma que ya se ha hecho en otros países y a la que en Galicia se oponen las centrales sindicales. Precisamente dos de ellas, UGT y Comisiones Obreras marcharon juntos, encabezadas por los secretarios comarcales, Antonio Juste y José Cameselle, respectivamente, que sujetaban la pancarta con el lema “En defensa das pensións. Non ao retraso da jubilación”.
Ambos dirigentes calificaron de “regresivas” las medidas propuestas por el Gobierno Central, puesto que los trabajadores necesitarían más de 15 años de cotización para tener derecho a una pensión; insolidarias, al cargar los recortes sobre futuros pensionistas; equivocadas, al centrarse en el gasto social y no en los ingresos e imprudentes, “ya que amenazan el consenso político y social”.
Antes de la marcha, que arrancó pasadas las 8 de la tarde del cruce de Urzáiz con Vía Norte, representantes de Comisiones Obreras y UGT exigieron que se retire esta propuesta, que se vuelva a las negociaciones, que no se amenace el consenso, que se estudie el uso indiscriminado de expedientes de regulación de empleo (ERE) que en muchos casos son “auténticos despidos encubiertos aprovechando la crisis” y que se de prioridad a otros temas como la protección de quienes empiezan a quedarse sin ingreso alguno una vez agotadas las prestaciones por desempleo, la integración en el régimen general de pensiones los regímenes especiales del sector agrario y de las empleadas del hogar.
Como alternativa para conseguir los objetivos que plantea el Gobierno, las centrales apuestan por la mejora de la financiación del sistema de pensiones y el aumento del salario mínimo interprofesional, vías que ayudarían a “sanear” y mejorar el sistema de pensiones más que un alargamiento forzado de la edad de retiro.
