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El campeonato de los mil ojos

Para no perder detalle.
Para no perder detalle.

Tiene 41 años de vida y, en este tiempo se ha vestido de gala en muchas ocasiones paca acoger espectáculos y campeonatos internacionales ante la atenta mirada de miles de espectadores. Aunque nunca como en estos tres días el pabellón de As Travesas inaugurado en 1968 por Samaranch han disfrutado de un evento ante la atenta mirada de mil ojos.

El Campeonato de Europa Sub-21 de Taekwondo dio juego. El propio diseño de cada combate, con cámaras vigilando cualquier movimiento y sensores para detectar los golpes en el peto, cada patada, cada giro, han provocado que el espectáculo se traslade del tapiz a las gradas y quedara grabado en la retina de los mil ojos que desnudaron cada acción. Y era la primera vez que un campeonato continental disputado en Vigo se podía seguir en vivo y en directo gracias a Internet, a través del portal oficial de los Europeos Sub-21 y de la web de la Federación Española de Taekwondo. Las videocámaras también causaron furor. La grada se convirtió en un pequeño enjambre de ojos espiando cada combate, cada movimiento.

Los resultados

Con 6 oros, 2 platas y 4 bronces, Turquía se lleva para casa el triunfo por países de los primeros campeonatos de Europa Sub-21, y eso que sólo consiguieron llegar a una final, de la que salieron totalmente derrotados. Mientras, España y Rusia, con dos oros cada uno, protagonizaron una jornada de gran igualdad en la que trece países se subieron al podio, con Serbia, Dinamarca, Armenia y Suiza.

Los españoles tuvieron que esperar a la última jornada para subirse a lo más alto del podium, con el peso mosca y peso ligero masculinos, lo que no consiguió la selección femenina en las tres jornadas. En la categoría femenina, España rebañó dos oros gracias a la catalana Zaira Rivera (-51 kilos, peso mosca) y a la madrileña Sandra Lorenzo (-72 kilos, medio), aunque con cierto sabor agridulce, ya que la gallega Lara Ouviña (-59, pluma) se despidió en cuartos ante la campeona, la italiana Zocco.

En la categoría masculina, Joel González (Cataluña) y Raúl Bouzas (Galicia) salvaron a España en una magnífica jornada final tras dos días de sequía de primeros puestos. En el peso medio (-84 kilos), Juan Méndez se impuso al esloveno Alen Begic (11-9) y en cuartos se deshacía del letón Sergey Paradnik (4-0), pero en semifinales el ruso Aydemir Shakhbanov (5-11) en un combate resuelto por el ex soviético con facilidad, pues pronto se puso 0-6.

Luego llegarían las alegrías de una jornada memorable. Raúl Bouzas, del Olimpic Vilagarcía (-72 kilos, peso ligero), sería el primero en hacer vibrar el central de As Travesas, que registró la mejor entrada de las tres jornadas. Bouzas fue superando al azerbayano Elvin Mammadov (5-4), al bielorruso Andrei Hrabouski (10-7) y, en cuartos de final, al serbio Aleksandr Jankovic (9-1), al que masacró con dos patadas de tres puntos (en la cabeza) y al que dominaba 7-1 tras los dos primeros minutos. Con el bronce asegurado le esperaba el alemán Jens Leewen.

El gallego empezó por delante (1-0) pero el germano le respondió con dos patadas en la cabeza (1-6), la segunda en el segundo asalto. Pintaba mal, aunque la afición estaba volcada con Bouzas. Y éste no defraudó: puntito, patada de tres puntos y otra patada más en la testa del adversario para colocarse 8-6 y hacer vibrar al graderío desde el tapiz 1. Sin embargo, el camino al oro llegaría no sin poco sufrimiento. Leewen reaccionaba y se colocaba 8-9, Raúl volvía loca a la grada (10-9) y, a cuatro segundos del final del tercer asalto, la patada del empate (10-10). Había punto de oro, muerte súbita a o como quieran llamarle. Había emoción. El asalto definitivo, de oros dos minutos, empezó con mucho tanteo… hasta que a los 33 segundos llegaba la patada de la victoria y la carrera del vilagarciano hacia la grada. España accedía a la final.

En la finalísima, el holandés Joel Remak, vencedor de Vasili Enachi (Moldavia), Tommi Ojanen (Finlandia) y Ridvan Akin (Turquía), comenzaba por delante (1-0), recibí la respuesta local (1-1) y asumía que quería ganar (4-1) cuando sólo habían pasado 70 segundos. Raúl Bouzas, jaleado por la afición, devolvía patada por patada en el segundo minuto y remataba el primer asalto por delante (4-5). El segundo sería de tanteto, de máximo respeto de ambos y sólo hubo una conexión del pie germano con el peto gallego. El máximo control seguía en el tercero, hasta que a 35 segundos del final una patada en mitad del ataque holandés valía 3 puntos (5-8). Joel intentó recortar pero ya era tarde. Bouzas se proclamaba campeón de Europa sub 21. El vilagarciano se arrodillaba y, después, se fundía en una abrazo con quienes le habían animado como a nadie en estas tres jornadas.

El combate final del peso mosca (-58 kilos) no tuvo tanta emoción porque Joel González es un fuera de serie. Campeón del Mundo absoluto en octubre pasado en los Mundiales de Copenhague en la misma categoría, Joel barrió en las eliminatorias (12-0 al alemán Denis Roskoch, 13-1 al holandés Djordy Janmaat y 8-5 al armenio Hajkaz Samvelyan). En la final, frente al al ucraniano Shami Sadygov, mandó siempre (parciales de 4-1 en el primer asalto, 6-1 en el segundo y 4-0 en el tercero) para imponerse por 14-2. Su larga pierna amenazaba la cabeza del rival, que a los 35 segundos ya perdía 4-0 habiendo recibido un primer punto y una patada en la cabeza. Con un técnica de giro hacía el 6-1 y la final estaba vista para sentencia. Así de fácil.

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