Llamó a la policía para denunciar que le habían robado, pero al llegar a la puerta del edificio el hombre les estaba esperando y no les dejó subir a la vivienda. Cuando consiguen llegar al domicilio, los agentes comenzaron a interrogar a una mujer y a un hombre que se encontraban dentro, pero el hombre al preguntarle por sus datos personales se puso nervioso y comenzó a insultar a la policía mientras vociferaba que no quería que nadie hablara con su mujer.
El hombre, de 31 años, intenta escapar por las escaleras en una actitud agresiva, pero fue detenido en el intento. Al meterlo en el coche patrulla comenzó a patalear, dio un cabezazo en la nariz a uno de los agentes haciéndole sangrar y una patada en el estómago a otro. Durante el trayecto hasta la comisaría continuó insultando a los agentes.
