Será que somos demasiado crédulos o que estamos demasiado susceptibles tras lo que ha pasado en L’Aquila y en Japón, pero Roma ha quedado hoy vacío. Una vieja predicción hecha en 1979 por el sismólogo Raffaele Bendando ha provocado que miles de personas abandonen la capital italiana por miedo a un gran terremoto en los próximos días. Bendando auguraba que la ciudad sería devastada por un sismo el 5 de mayo de 2011 que vendría acompañado de dos catástrofes en mayo de 2012.
A pesar de que las autoridades italianas han retransmitido por radio y televisión anuncios llamando a la calma alegando que es imposible predecir un terremoto a tan largo plazo, sin embargo, el 18% de los trabajadores ha decidido pedir el día o buscar alguna excusa para no ir a trabajar.
