El Gobierno municipal ha salido al paso de las críticas generadas tras las informaciones sobre el aumento de las retribuciones de los concejales y el alcalde. Fuentes municipales han subrayado que esta mejora salarial para el alcalde y los concejales forma parte del ajuste general aprobado en los Presupuestos Generales del Estado —por lo que «no responde a una decisión discrecional del gobierno local«.
Una subida del 7,66%
Según explican, el incremento aprobado por el Gobierno central establece un alza del 2,5 % para 2025 «aún pendiente de cobro» y otro del 1,5 % para 2026, una escala salarial que se aplica al conjunto de empleados públicos. Desde el Concello añaden que la partida presupuestaria reflejada en las cuentas viguesas contabiliza ese aumento de forma acumulada desde la toma de posesión en julio de 2023 hasta el final de 2026, lo que arroja un ajuste total de 7,66 %, idéntico al del resto de la administración pública.
No obstante, esa subida general del 7,66 % proyecta que los concejalas y concejales con dedicación exclusiva alcancen una retribución próxima a los 70.000 € brutos anuales, mientras que la del alcalde superará los 80.000 € brutos al año, cifras que han reabierto el debate sobre la adecuación de tales sueldos.
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El doble, e incluso el triple, que familias medias de la ciudad
Críticos de la medida- que apuntan a también a los sueldos del personal de confianza, apuntando que «en el Gabinete de Alcaldía hay personas ligadas familiarmente con el Gobierno, con salarios de entre 35.000 y 50.000€»– recuerdan que estos importes duplican —e incluso triplican— el salario medio de muchas familias viguesas, en un contexto de creciente precariedad y subida del coste de vida. Por su parte, el Gobierno local sostiene que el incremento sólo refleja lo dispuesto por el Estado y no supone un privilegio adicional.
El presupuesto con las nuevas retribuciones está pendiente de aprobación definitiva en el Pleno municipal. Mientras tanto, la polémica sobre si los sueldos de los cargos políticos están “desconectados de la realidad social” sigue viva, en medio de un debate que avanza, tanto en la opinión pública como en los grupos de la oposición.
