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Colas y retrasos el el Concello por la falta de personal

«Es cada día menos accesible para los ciudadanos»

Colas y retrasos el el Concello por la falta de personal

Las colas se alargan, los trámites se demoran y la paciencia de muchos vecinos se agota. En Vigo, una de las ventanillas del departamento de Tributos permanece cerrada dos días por semana por falta de personal, una situación que para el Grupo municipal popular es solo “la punta del iceberg” de un problema mayor: la parálisis administrativa que afecta a buena parte del Concello.

Solo hay una funcionaria para atender tanto la ventanilla como el trabajo de oficina”, denunció el portavoz popular, Miguel Martín, quien advierte de que esta situación “genera saturación y retrasos en la atención al público”.

Una administración que no llega a todo

El cierre parcial del servicio del impuesto de plusvalía se suma a las quejas de muchos vigueses que aseguran tener dificultades para realizar gestiones básicas. Conseguir cita para presentar un documento o resolver un trámite se ha convertido en una odisea”, señalan algunos usuarios habituales del registro municipal.

Según los datos del PP, el Concello acumula 280 plazas vacantes sin cubrir, lo que ha obligado a reducir horarios y reorganizar departamentos enteros. Las Ofertas Públicas de Empleo (OPE) correspondientes a 2020, 2021 y 2022 siguen pendientes, y las de los años posteriores ni siquiera se han activado.

El coste humano de una administración lenta

La falta de personal no solo se traduce en retrasos burocráticos, sino también en estrés laboral y desgaste para quienes sostienen el servicio público. Hay trabajadores que hacen la labor de tres personas, explican fuentes municipales. “El problema no es solo técnico, es humano. Estamos desbordados y la gente se enfada con nosotros, no con quienes deben tomar decisiones.”

El portavoz popular califica la situación de insostenibley acusa al gobierno de Abel Caballero de “vivir de espaldas a la realidad”. Mientras el alcalde presume de superávit, la administración se vacía y los ciudadanos pagan las consecuencias, señaló Martín.


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La burocracia como barrera social

Lo que en apariencia es una cuestión de organización interna tiene un impacto directo en la vida de los ciudadanos: personas mayores que no logran tramitar ayudas, familias que esperan meses para resolver impuestos o emprendedores que ven frenados sus proyectos.
Para muchos vigueses, la falta de personal público se ha convertido en un obstáculo invisible que limita su derecho a una atención digna y eficiente.

“El Ayuntamiento no puede presumir de modernidad si sus servicios básicos no funcionan», concluyen desde el Grupo popular, cuyos responsables reclaman una «revisión urgente de los recursos humanos y un compromiso real con la ciudadanía».

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