La tarde comenzó con avalancha: a las 6 de la tarde las gradas ya estaban llenas y en apenas unos minutos se ocupaban las 5.000 sillas dispuestas en Castrelos frente a la pantalla gigante. Nadie se quería perder la cita.
Las mejores galas para ver el partidazo del siglo. Eso sí, de rojo y amarillo…
Ellos ya se habían pasado por Sudáfrica. Se trajeron la Copa para casa para poder posar con ella.
El pulpo Paul fue uno de los protagonistas de la jornada. Claro, había pronosticado victoria de La Roja. Y no falló. Costó, faltaban dos minutos para ir a penaltis, pero al final España se proclamó campeona del Mundo.
El nuevo Manolo el del Bombo está en Vigo. Es que el otro nos cogió una neumonía en Sudáfrica.
Marea roja en Castrelos…
Nervios y tensión entre vuvuzelas…
Llegaban las patadas de los holandeses, las faltas, las tarjetas amarillas… que trababan el partido y desesperaba a la afición española. Mientras, los goles de La Roja pasaban rozando una y otra vez la portería de los ‘oranje’. Y muchas caras de desesperación en Castrelos.
Parada de San Casillas que sabe a gloria…
… y GOOOOLLLL!!
