El pulpo de Oberhausen tenía razón. 80 años y 19 mundiales después, España al fin roza la Copa del Mundo al ganar a Alemania 0 a 1. Un cabezazo de Puyol en un saque de esquina dio la puntilla a unos alemanes que no han jugado como hasta ahora, ni la sombra de la Alemania que goleó y apeó de la competición a una de las favoritas, Argentina.
Salieron del campo abrazándose, pidiendo camisetas, llorando… celebrando que el domingo pueden hacer historia. Más si cabe, porque La Roja nunca había pasado de cuartos, era la fase gafe, hasta ahora. Empiezan a llegar los recuerdos de la Eurocopa de hace 2 años… El truco: control de la pelota, lateralización, romper la línea y no acomplejarse ante nada, ya que los de Del Bosque machacaron la portería de Neuer a cabezazos. Al final uno entró. Y no hubo un rincón de España que no temblara ante el salto de alegría de los aficionados que seguían el partido.
Los españoles avasallaron a los alemanes, que no se esperaban que ‘El Niño’ se quedara en el banquillo y en su lugar saliera Pedro. Una molestia constante para los teutones. Los de Low se apostaron la defensa en el centro del campo y ultra protegían su portería a la espera de un fallo de España y salir a la contra. Alemania perdía poderío y a La Roja le beneficia el estilo de fútbol europeo.
Los cambios de Low tras el descanso no sirvieron para despertar a una Alemania aletargada mientras España hacía gala de su ‘savoir fair’, de su gran fútbol. En las únicas oportunidades de los alemanes, San Casillas salía al paso casi sin despeinarse. Hasta que llegó un córner provocado por Iniesta a 20 minutos del final. Saca Xavi y Puyol se levita para darle de cabeza y dejar KO al portero alemán.
Los teutones intentaron agotar sus últimas bengalas, los últimos cartuchos guardados en la recámara. Lo intentaron, achucharon, pero no fueron capaces de sacar nada en limpio. Torres sustituyó a Villa, salió a la carrera, como es habitual en él. Ya faltaba poco para que el árbitro pitara el final, los minutos más eternos para los españoles que seguían el partido a través de la pantalla de televisión. El gran miedo: la fama de Alemania de salvar en el último minuto. Pero no tuvieron suerte. Villa no marcó, pero todos igual de contentos.
Una gran victoria contra una de las selecciones que más mundiales tiene en sus vitrinas. Ahora espera Holanda, otro novato. Habrá que preguntarle de nuevo al pulpo… si los alemanes no se lo han comido a la gallega.
