Lo que tiene de histórico que Paraguay pase a cuartos ha sido lo más interesante de un partido bastante flojo en el que se agotaron hasta los penaltis. Los paraguayos consiguieron marcar los cinco, mientras que Komano no consiguió atravesar la portería de Villar y rompió el sueño nipón (0-0).
Todo gracias a una barra de 7,32 metros que descansa sobre el césped del Loftus Versfeld Stadium de Pretoria y que se hizo protagonista justo a tiempo para suerte de Paraguay, después de agotar los 90 minutos de encuentro y los 30 de prórroga. El primer partido del Mundial de Sudáfrica que se decide en ultimísima instancia (5-3). Aunque debe darle las gracias a Yüichi Komano, que reventó el larguero en el tercer intento de Japón.
Del resto del encuentro poco que rememorar: a los 13 segundos Okubo quiso sorprender a Villar y a los 3 minutos el mismo portero le tapó un tiro a Komano. Dos opciones más por parte de Paraguay y mucho tiro de prueba para dos porteros que no dudaron en salir a cortar y a llevarse puesto al compañero de turno. Ni siquiera la prórroga les hizo despertar del letargo y escudados en su empate a cero prefirieron jugársela a la ruleta rusa. Y los sudamericanos tuvieron más suerte…
