Las autoridades belgas han hallado muerto y sin su tarjeta de acceso a zonas sensibles a un guardia de seguridad de la central nuclear de Charleroi, según avanza el diario ‘La Dernière Heure’. El hombre fue asesinado el pasado jueves, dos días después de los atentados de Bruselas, y aunque en un principio se sospechaba que podía tener algún tipo de relación, la Fiscalía belga lo ha descartado.
El guarda trabajaba para el Instituto Nacional de Radio Elementos y fue asesinado de un disparo en su domicilio junto a su perro. Fueron los hijos del fallecido los que encontraron el cuerpo.
Medidas preventivas
Tras la detención en Bruselas del octavo terrorista de los atentados de noviembre en París, Salah Abdeslam, las autoridades del país decidieron incrementar la seguridad en las centrales nucleares, ya que se cree que eran el primer lugar que planeaban atacar los terroristas. Además, dos de los autores suicidas de los atentados de Bruselas recuperaron hace algunos meses una cámara instalada delante del domicilio del director del programa de investigación y desarrollo nuclear belga.
Tras los atentados del pasado martes, las centrales nucleares de Doel y Tihange fueron evacuadas y se retiraron los pases de entrada a la central nuclear de Tihange a varias personas, se redujo provisionalmente la plantilla y se reforzó el dispositivo de seguridad con guardias privados, policías locales y federales y militares. Las primeras sospechas apuntan a que los terroristas querían fabricar una bomba sucia, un artefacto ideado para esparcir material radiactivo sobre la población.
