La Policía encontró sobre las 23 horas de ayer en un piso de Zaragoza los cadáveres de un matrimonio dominicano, de 43 y 30 años, y de un bebé de unos cuatro meses después de que un vecino diera la voz de alarma al escuchar gritos. La pareja vivía en un edificio de la calle Don Álvaro de Bazán, en el barrio de la Romareda. Un ajuste de cuentas o un caso de violencia de género son las hipótesis iniciales que se barajan.
El hombre no presentaba ninguna herida, aunque en el domicilio había bastantes huellas de violencia. Sin embargo, la mujer podría haber fallecido por un arma blanca y en el cuerpo del bebé aparecieron algunas heridas. A pesar de que no había denuncias por malos tratos, hace unos días que la policía tuvo que ir al domicilio por un caso de violencia que la mujer no quiso llevar a los juzgados.
