Los datos ofrecidos por CC.OO., muestran que España alcanzó un 12,3% de pobreza laboral, situándose en el tercer puesto por detrás de Grecia (15,1%) y Rumanía (19,1%), según el estudio de la Fundación 1º de Mayo. La cifra se agravó, tras obtener un 11,7%, en 2009.
La media europea se sitúa en el 9,1%, una diferencia que desciende más de tres puntos con la española. Por pobreza laboral se considera a los empleados, cuyos ingresos totales están por debajo del 60% de la media de ingresos de los hogares. Los estados que presentan menos problemática social son Finlandia, Países Bajos, Bélgica y República Checa.
La pobreza laboral abunda en autónomos, un 35,5% en relación al 23% europeo; empleados con contratos temporales, 16,2%, frente a 14%; y jóvenes. Los datos señalan que afecta a quienes están empleados con menos de un año de trabajo o con empleos a tiempo parcial. En cuanto a los salarios, el 33% cobraba un sueldo igual o inferior al Salario Mínimo Interprofesional (SMI).
