Malos tiempos para el fotoperiodismo, muy malos. Si hace unos días fallecía el genial Guillermo Cameselle, este martes quien nos dejaba era Ángel Llanos, una leyenda de la prensa. Llanos, de 97 años, inició su carrera profesional en 1926, y era Socio de Honor de la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE), honor se lo otorgó Jesús de la Serna en 1994. También tenía diversos premios, como el Ángel Cancelo «Una vida de imágenes», y una calle con su nombre en su barrio de Coia.
Entre su dilatada labor profesional, destacan numerosas colaboraciones con periódicos. Fue fotógrafo del gabinete del General Aranda en el ejército; trabajó para el Estado Mayor; fue retratista del Rey Alfonso XIII, pero su obra más importante retrata a Vigo, en sus calles, su puerto y sus barrios.
El Archivo Llanos, está formado por cerca de un millón de imágenes, además de material fotográfico, reuniendo la labor fotográfica de tres generaciones, él mismo, su padre y su abuelo.
Tras varios años de negociaciones entre el Concello de Vigo y la familia del fotógrafo, la Consellería de Cultura se hizo en diciembre del 2009 con el legado por 180.000 euros, con el Museo Etnológico de Ribadavia como destino. En su día, la familia de Llanos explicó que optaron por vender su legado a la Xunta alegando desinterés por parte del Concello de Vigo, aunque manifestando que hubieran preferido que se quedase en Vigo.
